50% de hombres entre los 50 y 60 años tienen crecimiento prostático

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La Hiperplasia Prostática Benigna (HPB) es un agrandamiento de la próstata vinculado fundamentalmente al envejecimiento del hombre y sus cambios hormonales. Rodolfo Matheus, urólogo y docente de la cátedra de Urología en el Hospital Universitario de Caracas, escuela de Medicina Luis Razetti, explica sobre el padecimiento: “a partir de los 50 años, alrededor del 40 por ciento de los hombres presentará síntomas urinarios obstructivos relacionados con la HPB, los cuales alterarán su calidad de vida”.  


El doctor Matheus puntualiza: “todos los hombres tendremos crecimiento prostático a partir de los 40 años, pero es a partir de los 50 años que tendremos síntomas. Se estima que alrededor de un 30 por ciento de los individuos van a requerir algún tipo de tratamiento después de esa edad, bien sea farmacológico o quirúrgico. Por ello es indispensable el examen médico y el tacto rectal, e incluso el antígeno prostático, aunque no hay relación directa entre el cáncer y la HPB”.

Según el galeno los síntomas de la Hiperplasia Prostática Benigna se dividen en Irritativos (de almacenamiento) y Obstructivos (de vaciamiento). Los síntomas irritativos son aumento de la frecuencia miccional, nocturia y urgencia miccional, y los síntomas obstructivos se refieren a  vaciamiento dificultoso, chorro débil y vaciamiento incompleto. En algunos casos el paciente podría tener orina sanguinolenta.

Tratamiento Médico vs Quirúrgico
“Alrededor del 80 por ciento de los hombres con la enfermedad sintomática se les indica inicialmente tratamiento farmacológico a no ser que tenga contraindicaciones. Usualmente iniciamos con un tratamiento médico que puede ser sólo con alfa bloqueantes o puede ser la combinación de alfa bloqueantes con inhibidores de 5 alfa reductasa; si esos pacientes no tienen el efecto esperado con el tratamiento médico, dependiendo de cada paciente, pasarían a cirugía. Hay que advertir que los medicamentos para que surtan y mantengan su efecto deben ser usados permanentemente no son tratamientos temporales”, advierte el especialista.

El tratamiento de la HPB debe ir orientado a recuperar la función prostática y disminuir los síntomas mencionados. Existe en el mercado venezolano un medicamento que se recomienda por ser ultra selectivo: la tamsulosina. Aumenta el flujo urinario máximo y mejora los síntomas de irritación y obstrucción. Además, su administración es sencilla, no se requiere ajuste de dosis, pues con la dosis que el paciente inicia el tratamiento, es con la que se queda en forma permanente y sus efectos secundarios son mínimos.

Para el especialista, el control del paciente y su tratamiento es fundamental en el curso de la enfermedad, pues la Hiperplasia Prostática Benigna afecta considerablemente su desempeño social e incluso su desempeño en la pareja. “Hablamos de un individuo que siempre está buscando un baño, que tiene que levantarse de noche varias veces y pierde el sueño. Es un paciente que incluso puede tener incontinencia de orina; entonces esto afecta su vida, su relación con el entorno. Además aproximadamente el 20 por ciento de pacientes con HPB sufren de disfunción eréctil, añadiéndosele otro problema a su cuadro clínico”, concluye.  

 

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