Estudian riesgo de enfermedad cardiovascular en adultos venezolanos aparentemente sanos

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Ante la epidemia mundial de algunas enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, la medicina preventiva se muestra como una de las claves para contrarrestar los riesgos causados por el estilo de vida actual, donde las enfermedades cardiovasculares (ECV), principalmente el infarto al miocardio y el accidente cerebrovascular (ACV), ambos causados por la aterosclerosis, son las principales enfermedades que diezman al ser humano.


Sobre la base de esta realidad, el Instituto de Prevención Cardiometabólica “Dr. Freddy Febres Balestrini” (IPCAM) realizó un estudio con 238 personas asintomáticas, en su mayoría entre los 40 y los 80 años, sin diagnóstico previo de enfermedad cardíaca. El objetivo era evaluar el riesgo de enfermedad cardiovascular subclínica (ECVS), asintomática, con base en los resultados que arrojaran una serie de exámenes tutoriales efectuados a los hombres y mujeres participantes, desde octubre 2010 hasta marzo de 2011.

El Dr. Freddy Febres, médico internista endocrinólogo, director del IPCAM y líder del proyecto, indica: “Encontramos en toda la población del estudio un 55% de ECVS. Esta población debe considerarse de alto riesgo cardiovascular por tener más de 20% de probabilidad de tener un evento cardiovascular en los próximos 10 años. Estas cifras son compatibles con los índices de mortalidad del adulto a nivel mundial, si tomamos en cuenta que más del 50% de los adultos mueren por ECV.

En el estudio, las frecuencias de sobrepeso y obesidad aparecen como un indicativo alarmante, ya que el 79% de la población analizada presentó este problema. En correspondencia, la frecuencia de Síndrome Metabólico (SM), otra epidemia mundial de alto riesgo cardiovascular que va en ascenso, también fue alta, con un 65%. Entendido el SM como el diagnóstico de más de tres de las siguientes manifestaciones clínicas: circunferencia abdominal (en la mujer mayor de 88 cm y en el hombre mayor de 102 cm), HDL-colesterol bajo, triglicéridos elevados, alteración en la glicemia e hipertensión arterial o tratamiento para esta.

En cuanto a la diabetes los índices de prediabetes fueron de un 21,8% mientras que la diabetes registró 16,5%. Aunque las cifras fueron menores que los otros indicativos, estos resultados no son positivos si se toma en cuenta que la OMS prevé que las muertes por diabetes se multipliquen por dos entre 2005 y 2030. “El incremento de la obesidad entre niños, adolescentes y adultos jóvenes ha hecho que las cifras de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares vayan en aumento con una rapidez nunca antes vista”, se observa en: http://www.who.int/diabetes/actionnow/en/mapdiabprev.pdf

Hay que mirar la boca
“La salud bucal está muy relacionada con el riesgo cardiovascular. Para evitar y tratar la diabetes también hay que cuidar la boca. Probablemente, la enfermad inflamatoria crónica más frecuente del ser humano es la periodontitis y se debe tomar conciencia de eso”, advierte el Dr. Febres ante los resaltantes indicativos sobre la enfermedad periodontal que registraron un 86%.

“Los médicos debemos mirar más la salud bucal y no dejárselo sólo a los odontólogos, porque nosotros ya sabemos que uno de los grandes factores de riesgo cardiovascular son las inflamaciones crónicas”, agrega.

Más medicina preventiva, no reactiva
En la ausencia de estadísticas nacionales actualizadas, estos resultados se muestran pioneros y son un indicativo de alerta pues están en concordancia con la mayoría de los trabajos publicados por investigadores expertos a escala mundial.

Este estudio abre la posibilidad de poder detectar personas adultas con alto riesgo cardiovascular, que con un tratamiento intensivo dirigido a tratar las enfermedades cardiovasculares subclínicas encontradas, podrían evitar la aparición de la enfermedad CV, muchas veces logrando regresión de las lesiones, señala el Dr. Febres.

¿Hacia dónde vamos? sigue siendo la interrogante. Y preocupa que si bien existe prevención de cáncer de mama, de cáncer de próstata y de cáncer de estómago, entre otras, ¿por qué las enfermedades cardiovasculares se dejan a un lado en las múltiples campañas de prevención?

“Hay que insistir en el desarrollo temprano de hábitos saludables en los niños y niñas. Las personas deben mantener una vida sana para evitar las ECV, y quienes no lo han hecho, aunque crean estar saludables, probablemente se encuentran en alto riesgo”, subraya el líder de este pionero estudio venezolano, cuyos resultados, por cierto, han sido difundidos gracias a la colaboración de Laboratorios Biogalenic, en el marco de sus lineamientos de apoyar el conocimiento científico y concientizar a la población sobre el cuidado de la salud.

En este sentido, el Dr. Luis Alejandro Rodríguez, gerente médico de Biogalenic, insistió en la importancia de mantener un estilo de vida saludable que incluya: no fumar o haber abandonado definitivamente el tabaco; dejar el sedentarismo y hacer ejercicio –por lo menos moderado y de manera gradual-; alimentarse sanamente –con mínimo de consumo de sal, azúcares y grasas saturadas-; comer abundantes verduras y muchas frutas; controlar el peso –la circunferencia abdominal-; cumplir con los tratamientos farmacológicos –si los tiene- y, finalmente, visitar al médico de cabecera para el chequeo periódico de control.

Para mayor información se sugiere revisar la página Web del IPCAM: www.ipcam.com.ve

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