Solo 22% de niños abusados sexualmente cuentan su experiencia a un familiar

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Una de cada dos víctimas de abuso sexual elige a un amigo o confidente para contarle lo que está viviendo. Apenas 22 % se lo cuenta a un familiar, las cifras se reducen casi a la nada cuando de denunciar el acto se trata y los padres son la última opción para los jóvenes cuando de contar su pena se trata, entonces, ¿qué pueden hacer los padres para detectar si sus hijos han sufrido algún tipo de abuso sexual?

El comportamiento que deben tener profesionales y familiares ante la presencia de un abuso sexual fue el tema tratado por el doctor César Sánchez Bello en el Taller de Capacitación en Atención a Adolescentes, organizado por el capítulo insular de la  Asociación Venezolana de puericultura y pediatría, que tuvo lugar en el Centro Clínico del Caribe.

El psiquiatra Sánchez Bello reveló, además, que solo el 0.42% de los adolescentes y niños abusados acude a psicólogo o educador como confidente para el problema que le aqueja, lo cual retrasa la “cicatrización” de las heridas emocionales en esas víctimas.

La ponencia del doctor Sánchez Bello se basó en recomendaciones a médicos y padres para tratar y atender a niños y adolescentes abusados sexualmente, teniendo en cuenta que se considera abuso sexual el acoso, actos lascivos y contacto físico sin consentimiento de la víctima o bajo coacción de la víctima.

Los niños y adolescentes abusados presentan rasgos psicológicos a considerar por el entorno que dan señales a los adultos sobre la existencia de un problema, entre ellos:
• El llanto permanente

• Fuerte rechazo frente a una persona específica que anteriormente era considerada de confianza,

• Trastornos del sueño, temor a estar solos o terror nocturno

• Conocimiento sobre sexualidad y comportamiento sexual inapropiado para su edad

• Juegos de con características sexuales

• Depresión

• Algunos pequeños suelen ponerse más ropa de la necesaria.

Algunos síntomas físicos que hacen más evidente la presencia de abuso pueden ser:
• Lesiones, desgarros, sangrado, inflamación, mucosa vaginal excesiva, cicatrices en la zona genital y/o anal.

• Irritación en las tetillas, dilatación anal, infección urinaria, repentina dificultad para caminar o sentarse.

• Encopresis (Trastorno intestinal de origen nervioso, por el cual niño tiene incontinencia fecal)

Lo que nunca se debe hacer ante la sospecha o conocimiento de abuso sexual en un niño o adolescente

El psiquiatra Sánchez Bello dictó algunas pautas de comportamiento para cuando se sospecha la existencia de abuso sexual hacia un niño o adolescente. En principio de se debe evitar culpar a la víctima del abuso, regañar o castigar por lo sucedido. Es importante no responsabilizar con frases como: ¿por qué te dejaste? , ¿ por qué no huiste?.

Cuestionar la versión del pequeño o pequeña también es otra acción a evitar. “Los adultos del entorno suelen decir frases como: ¿estás seguro?, no digas eso; que hacen que la víctima pierda interés en continuar el relato.

Se debe evitar también victimizar aún más al adolescente maltratado o tratarlo de forma diferente a la habitual y mucho menos sobreproteger a la víctima, ya que esto no colabora con su pronta recuperación.

Sánchez Bello enfatizó durante su ponencia en la necesidad de un equipo multidisciplinario que trate los casos de abuso, ya que las heridas físicas al cabo de una semana o menos pudieran estar cicatrizadas, pero las secuelas emocionales pueden durar para toda la vida e incluso convertir a lo que era un niño sano en un futuro agresor sexual o persona depresiva.

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