La anemia es una enfermedad hemática que es debida a una alteración de la composición sanguínea y determinada por una disminución de la masa eritrocitaria que condiciona una concentración baja de hemoglobina. Rara vez se registra en forma independiente una deficiencia de uno solo de estos factores. La anemia es una definición de laboratorio que entraña un recuento bajo de eritrocitos y un nivel de hemoglobina o hematocrito menor de lo normal.
La palabra anemia viene del griego, y significa sin sangre. Es una enfermedad caracterizada por una disminución anormal en el número de glóbulos rojos o en su contenido de hemoglobina.
El hierro es un elemento fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Cuando falta, debido generalmente a una deficiencia en la alimentación, se produce la anemia. El mal no se nota a simple vista, pero el cuerpo empieza a resentirse de manera silenciosa: disminuye la capacidad muscular, bajan las defensas, y la capacidad de prestar atención es menor.
La anemia le afecta si su sangre no tiene bastante hemoglobina o bastantes células de sangre rojas. Desde los síntomas tempranos de la anemia, es suave, es fácil confundir los síntomas de la anemia desde síntomas de una cierta enfermedad seria. La anemia podía tener un impacto adverso en la calidad de su vida. Los síntomas importantes de la anemia incluyen: palpitación de corazón, fatiga, vértigos, pérdida de concentración, respiración rápida del corazón y piel pálida. La falta de ánimo y la depresión podían también ser un síntoma importante de la anemia.
El pulso del dolor de cabeza, de la irritabilidad, del síncope y de limitación es también síntomas de la anemia. Las muestras observables de la anemia son: taquicardia, edema periférico suave, murmur sistólico de la eyección y ronquidos venosos. Los pectoris de la angina entre la vieja gente son una muestra clara de la anemia. Las mujeres tienden para desarrollar la menstruación y el amenorrhea anormales si la anemia los afecta mientras que los varones desarrollan impotencia y disminuyen en libido. La anemia podría o ser el resultado de un desorden heredado o podría resultar debido a su ambiente, tal como infección o exposición a una toxina o a una droga.
El organismo tiene reservas de hierro, que cubren las primeras deficiencias. Pero cuando esos depósitos se agotan, empiezan a manifestarse los síntomas. Y es necesario reemplazar lo que se perdió.
La anemia es uno de los problemas de salud pública más difundidos, especialmente en los países en desarrollo. Aunque su incidencia real no se conoce, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo existen aproximadamente 2.000 millones de personas anémicas.
En Venezuela, la anemia es un problema común que afecta a lactantes, preescolares, escolares, adolescentes, mujeres en edad fértil y embarazadas.
La anemia ha sido definida por la OMS como una condición en la cual el contenido de hemoglobina en la sangre está por debajo de valores considerados normales, los cuales varían con la edad, el sexo, el embarazo y la altitud.
Entre las causas de la anemia se incluyen: la pobre ingesta dietaría de macro y micronutrientes, la excesiva pérdida de sangre, la destrucción de los eritrocitos y el incremento de los requerimientos durante ciertos estadios de la vida. Los nutrientes más frecuentemente involucrados en su etiología son: el hierro, el ácido fólico y la vitamina B12. Recientemente, se han señalado otros nutrientes como el ácido ascórbico, la piridoxina y la vitamina A, cuya deficiencia coadyuva la condición de anemia.
La deficiencia de hierro es el trastorno nutricional de mayor prevalencia y la causa más frecuente de anemia en el mundo, especialmente en los países en vías de desarrollo como los de América. La OMS estima que 500 a 600 millones de personas anémicas tienen deficiencia de hierro. Para América Latina, se considera que 10%-30% de las mujeres en edad reproductiva y 40%-70% de las mujeres embarazadas pueden ser deficientes en hierro. En Venezuela, la prevalencia de anemia se ha ido incrementando desde 1978, a pesar de la fortificación de las harinas de maíz y trigo con hierro.
Factores como la edad, sexo, niveles de ingesta y pérdidas hemáticas, generan poblaciones más susceptibles a la deficiencia de hierro. La adolescencia representa un grupo de riesgo de adquirir anemia por deficiencia de hierro, durante este periodo. Las adolescentes necesitan hierro para el crecimiento y desarrollo de los tejidos corporales, así como para satisfacer la demanda adicional ligada a la menstruación.
La deficiencia de hierro no debe ser considerada como un estado simple de deficiencia, ya que afecta no sólo a la eritropoyesis, causando anemia, sino también a otros órganos y funciones, produciendo trastornos no hematológicos que se asocian con aumento en la tasa de morbilidad en la infancia, bajo rendimiento en la escala de desarrollo y trastornos del aprendizaje con inadecuados logros educacionales. En adolescentes se describen alteraciones de la memoria de corto alcance, bajo rendimiento deportivo y pérdida de sensación de bienestar.
Aunque la anemia es el indicador comúnmente utilizado para moni torear la deficiencia de hierro, valorar el estado de este micronutriente solamente sobre la base de anemia, puede conducir a diagnósticos erróneos, puesto que la saturación de transferrina y la ferritina sérica, permiten evaluar el estado del hierro y detectar las primeras etapas de depleción de las reservas de hierro (DRFe) aún cuando las concentraciones de hemoglobina continúan por encima del valor límite determinado para anemia.
Fuente: Anemia Venezuela