Terapia de Reemplazo Hormonal: más allá de los mitos

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El uso de la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) disminuyó a principios de este siglo, luego de que se vincularla con la aparición de cáncer de mama. Según el ginecobstetra colombiano, Ricardo Martin, los datos demuestran que “4 de cada 1.000 mujeres tienen posibilidad de desarrollar este tipo de cáncer y, al tomar TRH, el riesgo aumenta sólo en 0.1%, lo cual no es significativo si sopesamos los beneficios que genera la terapia”, manifestó.


El especialista asegura que la Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH) mejora la calidad de vida de las mujeres menopáusicas, pues el tratamiento disminuye los malestares propios de la etapa, sin causar daños a la salud de quienes lo reciben. “Estadísticas indican que 87% de las mujeres que utilizan el método experimentan menos sofocos, 76% mejora su trastorno de sueño y 63% tiene menos episodios de sudoración”, indicó en cifras.  

La menopausia –comúnmente- aparece en mujeres mayores de 50 años, evitando que se lleve a cabo el proceso de ovulación y, por lo tanto experimentan una disminución en los niveles de estrógenos y progesterona y desaparece la menstruación. Con la disminución de hormonas, aparecen síntomas como sofocos, sudoraciones, fatiga, irritabilidad, insomnio o nerviosismo; que perfectamente se pueden controlar con TRH.

A juicio de Martin, la terapia de reemplazo hormonal tiene más puntos a favor que en contra. “Cuanto antes se inicie, lo beneficios serán mayores. Además de prevenir la osteoporosis, ayudará a mejorar la elasticidad de la piel y a elevar el deseo sexual, que se ve afectado por la disminución de hormonas. Estas mujeres se sentirán mejor, estarán menos irritables y depresivas”, así lo indicó el profesor de la Universidad de Bogotá en el marco del VIII Congreso Venezolano de Menopausia y Osteoporosis (SOVEMO), donde brindó la ponencia “Perfil de Riesgo en la Terapia Hormonal”.

El tratamiento debe ser suministrado bajo vigilancia médica, ya que tiene algunas contraindicaciones. Aquellas mujeres que tienen un historial familiar de cáncer y sufren de enfermedades cardiovasculares, sobrepeso o hipertensión, no deben usar TRH. “Insisto, la terapia no produce cáncer. Se contraindica en personas con alto riesgo de sufrir la enfermedad, porque –en caso de existir una lesión latente- el tratamiento puede activar el tejido y aumentar su tamaño”, expresa el especialista.

Drospirenona: ayuda a liberar líquidos
Proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que para el año 2030, el mundo tendrá 1.200 millones de mujeres menopáusicas. Ofrecer terapias para ella es preocupación de varios fabricantes de medicamentos, entre ellos Bayer HealthCare, que se han enfocado en desarrollar terapias innovadoras que garanticen y mejoren la calidad de vida de las pacientes.

Uno de los más recientes combina bajas dosis de estrógeno auténtico (estradiol) y drospirenona, un progestágeno muy parecido al que segrega naturalmente el organismo de la mujer.

Esta terapia tiene un efecto antimineralocorticoide que  evita la retención de líquidos y ofrece beneficios cardiovasculares. “Para algunos especialistas la TRH combinada con drospirenona se perfila como una alternativa farmacológica ideal para las pacientes hipertensas, pues bloquea la acción de la aldosterona, hormona que genera la retención de sal y de agua, y que puede incrementar la presión arterial” puntualizó el ginecobstetra invitado.

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