Minimiza los signos del envejecimiento

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Hoy en día, especialmente al entrar a los 40, recurrir a alimentos especiales para reducir el colesterol, mantener la tensión arterial a un nivel normal y lograr una buena circulación sanguínea es una de las prioridades cuando se trata de cuidar el organismo. Sin embargo, durante esta etapa, la piel, que es el órgano más extenso del cuerpo humano, también necesita de una alimentación especializada que respete sus particularidades para verse y sentirse saludable.


La alimentación juega un papel muy importante en la salud en general y apariencia de la piel, ya que ésta puede verse afectada como resultado de un desbalance nutricional. Por eso, además de llevar una dieta balanceada, rica en granos enteros, frutas, verduras frescas y grasas saludables, es vital complementar el cuidado del rostro con un tratamiento especializado con los nutrientes claves, que alimente, hidrate y nutra de acuerdo a necesidades específicas: edad, tipo de cutis, momento del día y zona del rostro.

Recuperar la firmeza y elasticidad de tu piel “de adentro hacia afuera”

Al llegar a los 40 años de edad, la piel empieza a experimentar distintos cambios que resultan en la pérdida de firmeza y elasticidad. Esto se debe a que el proceso natural de regeneración de la piel que se viene haciendo lento desde los 30 años, se acentúa mucho más a los 40 y los puntos de unión de las fibras naturales que forman su “malla de soporte” se desgastan rápidamente, haciéndola perder su estructura y generando las arrugas.

Sin embargo, para revertir estos efectos, lo más importante es recurrir a un tratamiento especializado que trabaje “de adentro hacia afuera”, protegiendo y ayudando a restablecer las uniones vitales de la epidermis para que recupere su aspecto firme y elástico. De esta forma la piel mantendrá su aspecto saludable.

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