Balón Gástrico: una opción no quirúrgica para la prevención de la obesidad

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Cada año fallecen, por lo menos, 2,8 millones de personas adultas como consecuencia del sobrepeso o la obesidad, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El exceso de peso es considerado como uno de los factores que contribuyen al  desarrollo de trastornos cardiovasculares, presión alta, colesterol elevado, diabetes y  algunos tipos de cáncer (mama, endometrio y colon).  El riesgo de sufrir problemas de salud comienza cuando la persona se encuentra ligeramente por encima del peso ideal y aumenta en la medida que el Índice de Masa Corporal (IMC) incrementa. 1


El Instituto Nacional de Nutrición de Venezuela estimó que para el 2015, habrá alrededor de 2.300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad, por lo que resulta fundamental tomar medidas para combatir este mal que ha alcanzado un nivel epidémico. 2

Para el Dr. Alberto Leamus Lafuente, médico internista y gastroenterólogo, el problema radica, no sólo en los hábitos poco saludables de la vida moderna sino, también, en la dificultad que tienen los individuos para adherir –a largo plazo– prácticas para el control del peso. “Más del 80% de la población que intenta seguir con un programa individual para la pérdida de peso fracasa. Por ello, la persona con sobrepeso necesita de estímulo real y acompañamiento multidisciplinario durante un largo período”, relata el especialista.

Hoy en día existe un balón gástrico reversible y seguro para personas con IMC por encima de 27 kg/m2; es decir, para personas con sobrepeso, pero no obesas (IMC igual o superior a 30 kg/m2¬). Este es un método no quirúrgico, que permite prevenir la obesidad y facilita la pérdida del 12% del peso inicial del paciente.

Se trata de Orbera™, un tratamiento aprobado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela y también por las agencias regulatorias de Canadá, Australia, España y Brasil, que surge como una alternativa para la población con sobrepeso y obesidad, que no alcanza los kilogramos indicados para la cirugía bariátrica, no responde al tratamiento medicamentoso, a las dietas restrictivas y no desea someterse a los riesgos de un procedimiento quirúrgico.3

Un estudio brasileño elaborado por el Dr. José Afonso Sallet, publicado en la revista Obesity Surgery, y llevado a cabo en 573 personas con sobrepeso, mostró que después de seis meses de tratamiento con el dispositivo, los pacientes presentaron un 48% de pérdida del exceso de peso y una reducción de 5,3 en el IMC. Además, se siguió un plan de alimentación de 1.000 kcal/día y un acompañamiento multidisciplinario con preparadores físicos, nutricionistas, endocrinólogos, psicólogos y psiquiatras. En la evaluación, el 85% de los pacientes obtuvieron buenos resultados y solo el 15% fracasaron. Tras uno y dos años de retirado el balón, los pacientes presentaron cuatro a cinco veces mejores resultados comparados con aquellos que se encontraban en tratamiento clínico clásico. 4

¿Cómo funciona el dispositivo?

El balón se inserta vacío en el estómago del paciente a través de endoscopia, en ambiente hospitalario o clínico, y bajo sedación. Una vez ubicado se rellena con suero y azul de metileno (estériles, en cantidad de 400 a 700 ml). Todo el procedimiento dura, en promedio, 20 minutos.

Debido al volumen ocupado y por el lugar donde se posiciona, el balón gástrico proporciona la sensación de saciedad. Su permanencia en el estómago es por hasta seis meses, tiempo en el cual el paciente pierde 12% del peso inicial. En el caso de que el nivel de obesidad esté muy elevado, se podrá insertar un nuevo balón en un intervalo de un mes tras la retirada del primero.

“Otro punto interesante es que la técnica no perjudica la absorción de nutrientes por el organismo. En la mayoría de las modalidades de cirugía bariátrica, es necesaria la adición de vitaminas, por ejemplo, hierro, calcio, vitamina B12, ácido fólico y la vitamina D, para evitar deficiencias en el posoperatorio”, añade Sandra Rangel, licenciada en Nutrición y Dietética.

La clave para el éxito del balón gástrico reversible, según los expertos, radica en la integración del paciente en un sistema multidisciplinario, en el que se trabaja tanto física como mentalmente, para un cambio definitivo de sus hábitos de vida, sin perjudicar la absorción de nutrientes por el organismo, a diferencia de los procedimientos quirúrgicos.

REFERENCIAS
1.-Obesidad y sobrepeso. [Internet]. Disponible en :  http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/. Consultado el 22 de marzo de 2012.
2.- INN pionero en investigaciones sobre obesidad en Venezuela. [Internet]. Disponible en: http://www.inn.gob.ve/modules.php?name=News&file=article&sid=434. Consultado el 22 de marzo de 2012.
3.- I.Imaz et al. Safety and Effectiveness of the Intragastric Balloon for Obesity. A MetaAnalysis. Obesity Surgery.(2008);18:841–6
4.- Sallet, José. A. et al. Brazilian Multicenter Study of the Intragastric Balloon. Obesity Surgery.(2004);14:991-8.

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