Cuando no queda más que el tratamiento de conducto

Unos dientes sanos, blancos, bien alineados y completos son nuestra tarjeta de presentación, por supuesto es lo primero o segundo que nos ven cuando hablamos y reímos. En el centro del diente se encuentra la pulpa, en la cual se alojan los vasos sanguíneos, nervios y tejido conectivo. El torrente sanguíneo en la pulpa proporciona los nutrientes que ayudan a mantener la vitalidad del diente.


La odontóloga María Andreína Rivera egresada de La Universidad del Zulia y con diplomado en Endodoncia explica que “si esa pulpa se ve afectada por algún agente, como la caries, debe ser atendida rápidamente, de lo contrario, se infecta la punta de la raíz y se forma un absceso, el cual puede destruir el hueso y provocar dolor”.

Una vez formado el absceso, el único tratamiento posible es la endodoncia, una cirugía o la extracción del diente. El tratamiento de endodoncia o de conducto consiste en la eliminación del nervio o pulpa del diente, seguido de la limpieza y relleno del conducto en el cual se encontraba. Los dientes tratados y restaurados de este modo pueden durar toda la vida si se les cuida correctamente. Es esencial adoptar buenos hábitos de higiene bucal y realizarse exámenes odontológicos regulares para evitar problemas futuros.

Las causas más frecuentes de daño y muerte de la pulpa son los dientes fracturados y las caries profundas. La caries es causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en los dientes. Nuestro estilo de vida influencia su aparición por lo que comemos (como excesos de carbohidratos y azúcares) y el cuidado que damos a los dientes.

Para mayor información puede asistir a la consulta privada de la odontóloga María Andreína Rivera ubicada en la avenida Casanova, Edificio Alicia, a dos cuadras del C.C El Recreo, llamar a los números 02127614372-04167663805, de lunes a viernes, y seguirla por el twitter @Diente_Sano