Sexo seguro y vacunación: aliados contra la Hepatitis B

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La hepatitis B es una infección viral que ataca al hígado, que puede ser asintomática, razón para estar atento de anormalidades en la función hepática ya que en algunos casos se desarrolla de manera aguda o crónica, lo que podría traducirse en daños irreversibles al órgano. Debido a que también se contagia por semen y secreciones vaginales, se la ubica como una enfermedad de transmisión sexual (ETS).


La doctora Irma Machado, Directora médico de Intediag-HV, explicó que “como ocurre con otras infecciones de transmisión sexual, el uso de preservativo disminuye el riesgo de contraer hepatitis B. Sin embargo, en aquellos casos conocidos de portadores crónicos del virus B, la solución permanente es la vacunación de la pareja sana para evitar que se infecte”.

A pesar de que el 95% de los adultos con hepatitis B aguda se curan, y sólo de un 5 a 6% puede progresar a hepatitis crónica, Machado recordó que “mientras más joven se adquiere la enfermedad, la posibilidad de curación es menor. Es decir, si un neonato de madre infectada no recibe la vacuna en las primeras 12 horas, este será un portador crónico del virus B en el 90% de los casos. Asimismo, el 60% de los niños mayores o adolescentes que se contagian, pueden convertirse en portadores crónicos”.

Estos datos resaltan la importancia de la prevención en casa. No sólo la educación a los jóvenes sobre el uso del preservativo, sino asumir una postura responsable frente al cuadro de vacunas que deben recibir todos los miembros de la familia. En el caso de la hepatitis, la vacuna tiene un esquema de 3 dosis, por lo que se debe ser muy disciplinado en el cumplimiento de la visita al médico para su aplicación.

Igualmente la Dra. Machado advierte que aún con el uso de preservativos hay un mayor riesgo de contagio a través de “prácticas que provoquen el contacto de secreciones con abrasiones de piel o mucosas; además de que el riesgo puede aumentar dependiendo del grado de contagiosidad del paciente, ya que hay portadores con una carga viral muy alta y otros que solo portan la envoltura del virus”.

En este sentido, una pareja sexual estable y la realización de pruebas de pesquisa en sangre, pueden ser la clave para conocer la salud del compañero y tomar las medidas necesarias para evitar el contagio. En los casos de parejas múltiples, sólo la vacunación temprana y el preservativo usado según las indicaciones del fabricante pueden ayudar, pero aún así existe un pequeño riesgo.

La Hepatitis B en Venezuela
La Organización Mundial de la Salud (OMS), ha tomado medidas para controlar la enfermedad y ha recomendado la vacunación a todas las personas, independientemente del grado de riesgo de cada una. En este sentido,  la gran mayoría de los países incluyen esta vacuna en el Programa Ampliado de Inmunizaciones; es decir, todo niño al nacer recibe la vacuna contra el virus de la hepatitis B.

De cara a esta realidad, el país está realizando esfuerzos para revertir las tasas de infección en la población, y “la vacuna ya ha sido introducida al programa de vacunaciones del recién nacido”, según la Dra. Machado. Esto puede mejorar la situación general de la población frente a la enfermedad.

“La tasa de hepatitis B en Venezuela varía entre la población urbana y la indígena, siendo muy alta en esta última y considerándose intermedia en las regiones urbanas”, indicó la Dra. Machado, por lo que considera que aún es necesaria la sensibilización de la población en general frente al tema.

 

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