Embarazo en mujeres mayores de 35 años

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El aumento de la edad de las futuras madres es un fenómeno imparable desde hace algunos años. Actualmente la edad media para tener el primer hijo se sitúa casi en los treinta años.

 

Hace tan sólo dos décadas si una mujer se quedaba embarazada a los 30 años se consideraba una gestación de riesgo debido a «su avanzada edad». Hoy se las considera madres añosas a las embarazadas a partir de 35 o incluso de 38 años.

Este límite se ha establecido porque a partir de los 35 años se inicia el incremento progresivo del riesgo para síndrome de Down y otras alteraciones cromosómicas, por tanto es el límite para practicar las pruebas necesarias con objeto de detectar estas anomalías y para tratar otros posibles problemas que van asociados a la edad materna.

Además, está comprobado que si el estado de salud de la madre es bueno y recibe una atención médica adecuada, los riesgos para determinadas complicaciones asociadas a la edad disminuyen considerablemente.

El control y los cuidados han de ser más exhaustivos que en las pacientes más jóvenes, pero gracias a los progresos en el diagnóstico prenatal, las madres mayores pueden vivir su embarazo con tranquilidad.

Controles médicos en las madres mayores de 35 años
Es posible que a causa de la edad las visitas al ginecólogo sean más frecuentes. Las pruebas a realizar irán encaminadas a detectar posibles malformaciones congénitas y a comprobar el estado de salud de la madre.

 

  • Ecografías
    Se recomienda realizar una por trimestre. La que se realiza entre la semana 11 y la 14 mide el pliegue nucal. Si esta parte de la nuca tiene un tamaño aumentado es un indicador de síndrome de Down. La amniocentesis se encargará de confirmar el diagnóstico. La ecografía realizada entre las semanas 18-20, es importante para detectar malformaciones congénitas físicas.
  • Triple screening
    Se trata de una prueba de realización muy sencilla (basta un análisis de sangre materna) que detecta la presencia de tres hormonas: la alfafetoproteína (AFP), la gonadotropina coriónica (Gch) y el estriol no conjugado (iE). Los valores se cotejan en una tabla en la que también se tiene en cuenta la variable de la edad de la madre. Dependiendo de los resultados, puede recomendarse una prueba más segura para detectar las anomalías cromosómicas: la amniocentesis, o una ecografía de alta resolución para detectar otros defectos congénitos si los valores de la alfafetoproteína son altos.
  • Amniocentesis
    Se trata de una prueba invasiva, es decir, se invade el útero para extraer una muestra de líquido amniótico y analizar las células del feto. Sirve para detectar, no sólo el síndrome de Down, sino otras muchas anomalías cromosómicas. La prueba no es dolorosa y dura pocos minutos.

Ventajas y desventajas de ser madre a partir de los 35
Para muchas mujeres no es posible elegir la edad de quedarse embarazada. Actualmente, los jóvenes se independizan de sus padres cada vez más tarde, y en muchas ocasiones el trabajo hace que las mujeres prefieran esperar para tener un hijo.

Además, el aumento del divorcio ha provocado que muchas mujeres deseen tener un hijo con la nueva pareja, aunque ya se hayan superado los 35 años.

A pesar de los riesgos, existen algunas ventajas de tener un hijo con una edad más avanzada: La pareja suele mantener una relación estable. La madre suele tener una buena situación económica y el hijo suele ser deseado y muy querido.

Suelen tener menos miedo a enfrentase con la educación del bebé y piensan que no se trata de un sacrificio, sino de una compensación.

En muchos casos, no se trata del primer hijo sino del segundo o el tercero, y esto provoca casi siempre una mayor tranquilidad por parte de la madre que vive el nuevo embarazo con la tranquilidad de quien conoce ya cómo debe atenderse a un bebé.

Cuidados especiales
Un embarazo en una mujer mayor de 35 años necesita una atención especial.Las diferencias con un embarazo en una mujer joven pueden ser muy importantes.

A partir de cierta edad es más difícil quedarse embarazada.Despues de los 28 años la fertilidad va disminuyendo poco a poco. Esto hay que tenerlo en cuenta si se está siguiendo un tratamiento de fecundación asistida.

En mujeres de 30 años, se tiene éxito en 6 de cada 10 implantes, pero si son mayores de 40 años, el porcentaje disminuye a 4 de cada 10.

Aumento de trisomías cromosómicas
La trisomía es una alteración en el número de los cromosomas con consecuencias muy variadas en el futuro bebé. Una de las más frecuentes es el síndrome de Down (que es la trisomía del cromosoma 21). El 95 por ciento de los casos de síndrome de Down están relacionados con la edad de la madre.

Crecimiento fetal retardado y placenta previa
Es más frecuente en las mujeres mayores por lo que es preciso realizar más ecografías y más pronto. Este control ayudará a estar preparados en el momento del parto y a actuar con rapidez ante cualquier problema.

Complicaciones durante el parto
Muchos ginecólogos opinan que una mujer mayor físicamente bien preparada no tiene por qué tener problemas en la dilatación o en el expulsivo. De todas formas, es recomendable que la mujer se prepare desde el inicio del embarazo manteniendo un buen estado general y una preparación física adecuada para resistir sin complicaciones el esfuerzo que realizará en el parto.

Más problemas durante la gestación
Cuanto más mayor sea la embarazada, más probabilidades hay de que parezcan enfermedades asociadas como diabetes gestacional, hipertensión asociada al embarazo u obesidad. Por otro lado, también se da un aumento considerable del número de cesáreas, entre otras razones porque no se corren riesgos: posiblemente ya no habrá muchas posibilidades de más embarazos.

Fuente: llegaelbebe.com

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