En la tercera noche consecutiva de disturbios en Tiflis, la policía georgiana dispersó este domingo una protesta opositora utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los manifestantes rechazan la decisión del Gobierno de congelar hasta 2028 el inicio de las negociaciones de adhesión con la Unión Europea (UE), una medida que consideran un acercamiento al ámbito de influencia ruso.
Miles de ciudadanos participaron en la manifestación frente al Parlamento, repitiendo escenas de los días anteriores. Barricadas improvisadas y el lanzamiento de bengalas marcaron la jornada, incluido un pequeño incendio en el edificio gubernamental que fue controlado sin mayores daños.
Aunque las fuerzas antidisturbios actuaron con moderación durante la noche, en la mañana realizaron detenciones de manifestantes que se aproximaron a los cordones policiales.
El primer ministro Irakli Kobajidze atribuyó los disturbios a «radicales y sus patrocinadores extranjeros», acusando a estos sectores de intentar desestabilizar al país con la intención de replicar el escenario de las protestas en Ucrania en 2013.
Kobajidze aseguró que Georgia es un Estado independiente con instituciones sólidas y un pueblo resistente, argumentando que no caerá en lo que calificó como intentos de «ucranización».
Por su parte, el Servicio de Seguridad del Estado (SSE) anunció una investigación sobre un presunto plan de derrocamiento violento del Gobierno, un delito penado con hasta ocho años de prisión.
Según el SSE, algunos líderes políticos y organizaciones no gubernamentales buscan tomar el poder mediante la fuerza, instando a la ciudadanía a evitar provocaciones.
La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, expresó su apoyo a los manifestantes y criticó al Gobierno, calificándolo de «ilegítimo». En su cuenta de X, escribió: «Otra noche de violencia en Tiflis: el Gobierno ilegítimo intenta con medios ilegales acallar a los georgianos que defienden su Constitución y la integración en Europa».
Zurabishvili, cuyo mandato concluye el 16 de diciembre, exigió nuevas elecciones parlamentarias, argumentando que los comicios de octubre pasado fueron fraudulentos.