«Esa es una discusión que siempre tuve con mi padre cuando era niño. Siempre tuve esta cosa que me hacía decir: ‘Sí, lo que sea, ya veremos’. Mi padre decía ‘¿Qué quieres decir con ‘ya veremos’? Eso no es un enfoque'».
«Pero así soy yo. No me gusta estresarme con las cosas, no me gusta pensar o complicar las cosas en exceso. Sé que cuando me subo a un kart o al coche que sea, una vez que me pongo el casco, estoy en ello; eso me mantiene cuerdo. Estoy muy relajado y tranquilo».
«No quiero freírme el cerebro con demasiados pensamientos sobre cómo puedo influir en ciertas cosas. Pero también necesitaba que me empujaran cuando era niño y me alegro de que mi padre lo hiciera porque me convirtió en el piloto que soy hoy».
