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El beato venezolano José Gregorio Hernández será proclamado santo. Lo ha estipulado el Santo Padre Francisco en el comunicado publicado este martes 25 de febrero de 2025, tras la audiencia concedida en el Hospital Policlínico Gemelli, donde se encuentra internado, al Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, y a Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

El Pontífice aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos para esta canonización, así como para la del Beato Bartolo Longo, fiel laico, nacido en Latiano (Italia) el 10 de febrero de 1841 y fallecido en Pompeya (Italia) el 5 de octubre de 1926. Al mismo tiempo, Francisco ha decidido convocar a un consistorio para definir la fecha de ambas canonizaciones.

El legado de José Gregorio Hernández sigue calando fuerte en el pueblo venezolano, quien desde hace años aguardaba con fe esta noticia. Además, el interés y la devoción por su figura crecieron exponencialmente en los últimos años tanto en su país natal como en el resto de Latinoamérica y el Caribe.

«Mi madre me enseñó la virtud desde la cuna, me hizo crecer en el conocimiento de Dios y me dio la caridad como guía». (Beato José Gregorio Hernández)
«Mi madre me enseñó la virtud desde la cuna, me hizo crecer en el conocimiento de Dios y me dio la caridad como guía». (Beato José Gregorio Hernández)
Al ingresar en la Tercera Orden Regular de San Francisco, José Gregorio se comprometió a ayudar a los más necesitados, siendo llamado «el médico de los pobres», un apelativo que se ha consolidado internacionalmente.

También ingresó en la Cartuja de Farneta (Lucca), pero por motivos de salud, tuvo que abandonarla a los nueve meses, regresando a Caracas. Posteriormente, comenzó a prepararse para el sacerdocio pero, mientras estaba en el Colegio Pío Latino Americano de Roma, le sobrevino una pleuresía y un principio de tuberculosis. De vuelta a sus tierras, se dedicó definitivamente a la medicina.

Y fue al salir de una farmacia en Caracas, en junio de 1919, donde había comprado unas medicinas para un paciente anciano, cuando fue atropellado por un coche, muriendo posteriormente en el hospital. Fue proclamado beato en 2021 y sus restos mortales se veneran en la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria de Caracas.

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