
El Vaticano instaló este viernes 2 de mayo de 2025 la chimenea en la parte superior de la Capilla Sixtina, un paso clave en los preparativos finales para el cónclave que comenzará el próximo 7 de mayo y que elegirá al sucesor del papa Francisco.
Esta chimenea tiene la función tradicional de anunciar al mundo el resultado de las votaciones secretas de los cardenales. Tras cada ronda de votación, las papeletas se queman en un horno especial conectado a esta chimenea. Si no hay consenso para elegir al nuevo papa, se añade una mezcla química que produce humo negro; cuando se logra la mayoría de dos tercios y se elige al nuevo pontífice, se genera humo blanco, señal que confirma la elección.
El cónclave reunirá a 133 cardenales menores de 80 años, quienes se encerrarán en la Capilla Sixtina para votar en un proceso que puede durar varios días, con dos votaciones diarias. La elección del nuevo papa tendrá un gran impacto para los más de 1.300 millones de católicos en el mundo.
Además, para garantizar la máxima confidencialidad, el Vaticano ha implementado estrictas medidas de seguridad tecnológica en la Capilla Sixtina, incluyendo bloqueadores de frecuencia, protección anti-drones y barridos para detectar dispositivos de escucha, asegurando que las deliberaciones sean completamente secretas.
En resumen, la instalación de la chimenea marca el inicio oficial de la fase final del cónclave, y a partir del 7 de mayo el humo que salga de ella indicará al mundo cuándo un nuevo papa ha sido elegido.