El legendario cantante y pionero del heavy metal, Ozzy Osbourne, se despidió oficialmente de los escenarios con un concierto histórico celebrado en el estadio Aston Villa de su ciudad natal, Birmingham. Este evento marcó el cierre de su gira de despedida «No More Tours II», poniendo fin a una carrera musical que abarcó más de cinco décadas y que influyó profundamente en la historia del rock.
Debido a problemas de salud, incluyendo su diagnóstico de Mal de Parkinson y las secuelas de un accidente grave que afectaron su movilidad y resistencia, Ozzy tomó la difícil decisión de retirarse de las presentaciones en vivo. A pesar de estas adversidades, el artista ofreció un show lleno de energía y emoción, acompañado por los miembros originales de Black Sabbath y la participación especial de reconocidas bandas como Guns N’ Roses y Metallica.
Durante el concierto, Ozzy agradeció a sus seguidores por el apoyo incondicional a lo largo de su carrera y expresó su compromiso de seguir creando música en estudio, aunque sin regresar a los escenarios. Este último espectáculo fue un homenaje a su legado y una celebración de su impacto duradero en la música y la cultura popular.
