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Lewis Hamilton, siete veces campeón mundial de Fórmula 1, vivió uno de los momentos más difíciles de su vida al despedirse de Roscoe, su querido bulldog que lo acompañó durante más de una década. Roscoe no solo fue un miembro entrañable de su familia, sino que también se convirtió en una pequeña celebridad en el paddock de la F1, con millones de seguidores en Instagram.

Después de varios días hospitalizado luchando contra una neumonía grave que afectó su respiración, Roscoe falleció en los brazos de Hamilton. El piloto compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales donde expresó el agradecimiento y honor de haber compartido su vida con “un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo”. La decisión de dejar ir a Roscoe fue, según Hamilton, “la más difícil de su vida”, pero también una muestra del amor profundo que sentía por su mascota.

Lewis recordó que traer a Roscoe a su vida fue “la mejor decisión” que tomó y valoró profundamente los recuerdos y el amor incondicional que compartieron. En medio del dolor, destacó la lucha incansable de Roscoe hasta el final, demostrando la fuerza y valentía que marcaron profundamente la relación entre ambos.

Roscoe no solo acompañó a Hamilton en su casa, sino que también estuvo con él en muchos eventos de Fórmula 1, convirtiéndose en un apoyo silencioso y fuente de alegría para el piloto durante sus intensas temporadas en la máxima categoría del automovilismo. Esta pérdida ha conmocionado a seguidores y compañeros, quienes también han expresado sus condolencias.

La despedida de Hamilton a Roscoe refleja el vínculo especial entre un deportista de élite y su compañero más fiel, recordándonos que más allá de la fama y el éxito, el amor por una mascota y la compañía sincera son insustituibles.

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