
Rusia ha entrado en una fase que analistas denominan «Fase 0» de preparación para un posible conflicto con la OTAN, según informes recientes. Esta etapa implica una intensificación de ataques híbridos, como incursiones con drones, sabotajes y guerra electrónica contra países de la alianza.
Esta evaluación proviene de análisis que destacan cómo Rusia busca ampliar sus fronteras y poner a prueba las defensas aliadas mediante tácticas que generan confusión y erosionan la unidad de la OTAN.
Los ejercicios militares realizados por Rusia, como Zapad-2025, reflejan la planificación para escenarios de conflicto con la OTAN, incluyendo maniobras ofensivas y el uso de misiles para disuasión informacional. La OTAN, por su parte, reforzó su defensa principalmente en el flanco este de Europa con operaciones como Tarassis 25 para contrarrestar estas amenazas.
Analistas también señalan que esta «Fase 0» de Rusia se caracteriza por la acumulación de capacidades militares, incluidas la producción masiva de misiles balísticos y drones, y la realización de actividades estratégicas de espionaje y desinformación diseñadas para debilitar la cohesión y capacidad de respuesta de la OTAN