El número de muertos tras el operativo policial más letal en la historia de Río de Janeiro, Brasil, ha ascendido a 132 personas, incluyendo cuatro policías.
Esta cifra se disparó luego del hallazgo de decenas de cadáveres alineados en una calle de la favela de Penha, donde los residentes y familiares recogieron los cuerpos y los colocaron en la vía pública antes de ser retirados por la morgue. La operación, que contó con la participación de unos 2.500 efectivos policiales y tuvo como objetivo desmantelar al Comando Vermelho, una poderosa organización criminal dedicada al narcotráfico, generó intensos tiroteos y un clima de terror en las zonas afectadas.
Este operativo ha sido calificado como una masacre por los vecinos y ha recibido críticas internacionales, incluida de la ONU y organizaciones de derechos humanos, aunque el gobierno regional ha defendido la acción como necesaria para combatir el crimen organizado en la ciudad brasileña.