Durante la primera quincena de noviembre de 2025, el mercado petrolero global ha experimentado una ligera caída en los precios, generando inquietud entre productores y economías dependientes del crudo. ¿Qué factores motivaron esta tendencia y qué podemos esperar en los próximos meses?
A mediados de noviembre, el crudo Brent se cotizaba cercano a los 64,20 dólares por barril, mientras que el WTI estadounidense rondaba los 59,91 dólares. Ambos presentaban una baja de aproximadamente 0,3%. Esta disminución se atribuye principalmente a la reanudación de las cargas en el puerto ruso de Novorossiysk, suspendidas previamente por un ataque ucraniano. La normalización en este importante puerto trajo de vuelta volúmenes significativos de petróleo al mercado.
Adicionalmente, se ha detectado un aumento en la producción global y acumulación de reservas, lo cual ha empujado los precios a la baja, generando presión sobre economías exportadoras. Analistas, como los de Goldman Sachs, anticipan que esta tendencia podría mantenerse, e incluso agravarse, hasta 2026, debido a un equilibrio más favorable para la oferta que para la demanda mundial de energía.
A corto plazo, las perspectivas para el mercado petrolero parecen inclinadas hacia precios moderados o en descenso, salvo eventos geopolíticos inesperados. Para países productores como Venezuela y aquellos con economías petrolizadas, este escenario representa retos importantes y la necesidad de replantear estrategias económicas. Mantenerse informado y diversificar sigue siendo clave para afrontar la volatilidad del sector energético.