Este domingo, un brutal tiroteo masivo irrumpió en la icónica playa de Bondi Beach, en Sídney, Australia, justo en medio de una celebración comunitaria de Jánuca. El saldo preliminar es devastador: al menos 12 personas perdieron la vida y más de 20 resultaron heridas en lo que las autoridades han calificado como un ataque terrorista dirigido específicamente contra la comunidad judía, en el primer día de la festividad.
El desarrollo del ataque
Dos hombres armados, vestidos de negro, abrieron fuego de manera indiscriminada contra los asistentes en la concurrida playa, desatando escenas de pánico que se prolongaron por unos 10 minutos. Uno de los atacantes fue abatido en el lugar por las fuerzas de seguridad, mientras que el segundo fue detenido en estado crítico. Entre las víctimas hay un policía fallecido y otro herido, además de relatos conmovedores de familias huyendo y un héroe anónimo que intervino para desarmar a uno de los agresores.
Reacciones de las autoridades y líderes mundiales
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, describió las imágenes como «impactantes y angustiosas», y convocó de inmediato una reunión del comité de seguridad nacional. Desde Israel, el presidente Isaac Herzog vinculó el suceso a una ola creciente de antisemitismo en Australia, exigiendo medidas firmes contra el odio. La policía mantiene un amplio perímetro en la zona, analizando objetos sospechosos y confirmando que no hay amenazas activas pendientes.
Este trágico evento, inusual en un país con estrictas leyes de control de armas, ha conmocionado al mundo y resalta la vulnerabilidad en espacios públicos emblemáticos. La investigación continúa, y la comunidad espera respuestas en medio del duelo.