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La muerte del Papa Francisco a los 88 años ha generado una oleada de conmoción mundial y ha congregado a decenas de miles de fieles en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, para rendirle homenaje. Sin embargo, la solemnidad del momento se ha visto empañada por la proliferación de selfies y videos tomados por algunos asistentes frente al féretro del pontífice, lo que ha causado una fuerte indignación tanto en el Vaticano como en la opinión pública internacional.

Reacciones y críticas

Desde el Vaticano y los asistentes

  • Las autoridades del Vaticano han considerado estas acciones como una «falta de respeto», pidiendo a los visitantes que guardaran los palos de selfie y se abstuvieran de usar sus teléfonos móviles al acercarse al féretro.
  • Testigos, como el turista inglés Martin Gilsenan, relataron que muchos se mostraron molestos por quienes insistían en tomar fotos o grabar videos en ese momento solemne.
  • Catherine Gilsenan, esposa del turista, calificó la actitud de tomar fotos como «de muy mal gusto» y expresó sorpresa de que se permitiera.
  • Otros visitantes, como Janine Venables de Gales, recordaron que se suele pedir no tomar fotos en lugares sagrados como la Capilla Sixtina, y consideraron «completamente fuera de lugar» que la gente se hiciera selfies junto al ataúd del Papa.

En medios y redes sociales
Personalidades mediáticas españolas como Ana Rosa Quintana y Cristina Pardo también manifestaron su rechazo a esta conducta. Quintana calificó la escena de «horrorosa» y se mostró impactada por la cantidad de personas que intentaron hacerse selfies delante del féretro.

Cristina Pardo, enviada especial, señaló: «Es el mundo que nos ha tocado vivir. Te revisan el bolso y las riñoneras, pero no te quitan el móvil. Es chocante, pero es lo que está pasando».

En redes sociales, miles de imágenes y videos se han viralizado, alimentando el debate sobre los límites del comportamiento en eventos de gran trascendencia y recogimiento.

Contexto y protocolo
Durante la exposición del cuerpo del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, se esperaba un ambiente de recogimiento y respeto. Aunque en algunos momentos el personal de seguridad intervino para evitar el uso de teléfonos móviles, la gran afluencia de público dificultó el control total de la situación[5]. En general, la mayoría de los asistentes optó por rezar y rendir homenaje en silencio, pero los casos de selfies y grabaciones han sido lo suficientemente notorios como para provocar reacciones de indignación y debate público.

Conclusión
La toma de selfies y videos frente al féretro del Papa Francisco durante su funeral ha sido vista ampliamente como una falta de respeto, generando críticas tanto de las autoridades vaticanas como de fieles y figuras públicas. El fenómeno refleja los desafíos contemporáneos en la era de las redes sociales, donde la inmediatez y la necesidad de compartir a menudo chocan con los valores tradicionales de solemnidad y respeto en momentos históricos y religiosos.

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