Elon Musk intensificó su confrontación con los reguladores europeos el sábado, pidiendo que la Unión Europea sea «abolida» y que la soberanía sea devuelta a los estados miembros individuales tras una multa de 120 millones de euros (140 millones de dólares) contra su plataforma de redes sociales X.
«La UE debería ser abolida y la soberanía devuelta a los países individuales, para que los gobiernos puedan representar mejor a su gente», escribió Musk en X, añadiendo que lo decía en serio y que «no estaba bromeando». El multimillonario afirmó que la multa fue impuesta «no solo a X, sino también a mí personalmente, lo cual es aún más insano», y advirtió que su respuesta se dirigiría a «las personas que tomaron esta acción en mi contra».
La Comisión Europea anunció la sanción el viernes, marcando la primera acción de aplicación bajo la Ley de Servicios Digitales desde que la ley entró en vigor en 2023. Los reguladores encontraron que X violó las obligaciones de transparencia en tres áreas: su sistema de verificación de pago con marca azul que «engaña a los usuarios» al no verificar de manera significativa a los titulares de cuentas (45 millones de euros), transparencia publicitaria insuficiente (35 millones de euros), y restricción del acceso de investigadores a datos públicos (40 millones de euros).
La Administración Trump se une en apoyo a Musk
La multa desencadenó una rápida condena por parte de altos funcionarios del gobierno de Trump. El secretario de Estado, Marco Rubio, la calificó como «un ataque contra todas las plataformas tecnológicas estadounidenses y el pueblo estadounidense por parte de gobiernos extranjeros», declarando que «se acabaron los días de censurar a los estadounidenses en línea». El vicepresidente JD Vance había criticado de antemano la sanción esperada, acusando a la UE de castigar a las plataformas «por no involucrarse en la censura».
El vicesecretario de Estado Christopher Landau elevó aún más la retórica, cuestionando la alianza militar de Estados Unidos con naciones europeas que «socavan de manera afirmativa la seguridad de los propios Estados Unidos a través de la (no elegida, antidemocrática y no representativa) UE».
El primer ministro húngaro Viktor Orbán se convirtió en el partidario europeo más destacado de Musk, publicando que «cuando los señores de Bruselas no pueden ganar el debate, recurren a las multas» y elogiando a Musk por «mantenerse firme». Esta alineación refleja tensiones más amplias, ya que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional del gobierno de Trump advierte sobre la «cruda perspectiva de borrado civilizacional» de Europa.
Plazos de Cumplimiento y Tensiones Crecientes
X ahora enfrenta plazos estrictos para abordar las infracciones: 60 días para reformar su sistema de verificación y 90 días para reforzar la transparencia publicitaria y el acceso de los investigadores. El incumplimiento podría desencadenar multas de hasta el 6% de la facturación anual global en virtud de la DSA. La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Henna Virkkunen, defendió la decisión como no relacionada con la moderación de contenidos, afirmando que el fallo se centra únicamente en los requisitos de transparencia.
El enfrentamiento intensifica una creciente brecha transatlántica sobre la regulación digital, con funcionarios de la administración Trump amenazando con represalias comerciales contra lo que caracterizan como un objetivo europeo hacia las empresas tecnológicas estadounidenses
