
Casi ocho de cada diez mujeres jóvenes en Afganistán están excluidas del acceso a la educación, el empleo y la formación, según un informe reciente de ONU Mujeres que alerta sobre un retroceso dramático en la igualdad de género desde la llegada al poder de los talibanes en 2021. Este informe revela que el 78% de las jóvenes afganas no participa en educación ni en el mercado laboral, una cifra cuatro veces superior a la de los hombres en el país.
Afganistán es actualmente el segundo país con mayor brecha de género en el mundo, con una disparidad del 76% en áreas clave como salud, educación, inclusión financiera y toma de decisiones. Solo el 24% de las mujeres tiene un empleo remunerado, frente al 89% de los hombres, y las mujeres asumen la mayor parte del trabajo doméstico no remunerado, con un 74% dedicando tiempo considerable a estas tareas. Además, el acceso a servicios financieros es muy desigual, ya que los hombres tienen casi tres veces más probabilidades de poseer una cuenta bancaria o usar aplicaciones de transferencia de dinero.
La prohibición impuesta por los talibanes a la educación secundaria y superior para niñas y mujeres ha provocado que la tasa de finalización de estudios secundarios femeninos se desplome casi a cero, dejando a más de 2,5 millones de niñas y jóvenes sin escolarizar. Esta exclusión educativa tiene un impacto devastador en el desarrollo personal y profesional de las mujeres y en la economía del país, que pierde miles de millones de dólares anuales por no aprovechar el potencial femenino.
A pesar de las severas restricciones, las mujeres afganas continúan mostrando resiliencia y liderazgo en sus comunidades, apoyándose mutuamente, dirigiendo empresas y denunciando injusticias, según destaca la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous.