
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva el 30 de julio de 2025 que impone un arancel total del 50% a las importaciones provenientes de Brasil, que entrará en vigor a partir del 1 de agosto. Esta medida eleva en un 40% el arancel adicional sobre el arancel general previo del 10% que ya se aplicaba a Brasil desde abril de 2025, sumando un impuesto total del 50%.
La orden ejecutiva justifica esta medida en represalia por las acciones del gobierno brasileño contra el expresidente Jair Bolsonaro, aliado político de Trump, y miles de sus partidarios. Según la Casa Blanca, estas acciones constituyen «graves abusos contra los derechos humanos» que socavan el Estado de derecho en Brasil, incluyendo persecución, intimidación, acoso, censura y enjuiciamiento por motivos políticos. Además, la orden acusa al juez del Supremo Tribunal Federal brasileño, Alexandre de Moraes, de usar su cargo para coaccionar a empresas estadounidenses y censurar la libertad de expresión, afectando incluso a ciudadanos y residentes estadounidenses.
Trump ha señalado que la medida no es de carácter comercial, sino una respuesta a lo que él considera una «caza de brujas» contra Bolsonaro por parte del gobierno brasileño. La Casa Blanca enfatiza que la persecución política en Brasil representa una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos.