Irán lanzó una nueva ola de misiles balísticos contra territorio israelí, incluyendo impactos en Tel Aviv, en respuesta a ataques israelíes contra sitios militares y nucleares en Irán, como en Isfahán. Las sirenas antiaéreas se activaron en varias zonas de Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, y aunque la mayoría de los misiles fueron interceptados por las defensas aéreas israelíes, algunos lograron impactar causando daños materiales y al menos 24 muertes, además de cientos de heridos y miles de desplazados.
Los ataques iraníes afectaron instalaciones militares y civiles, incluyendo un impacto en un autobús vacío en Tel Aviv que causó al menos cinco heridos por escombros. Medios israelíes reportaron varios impactos en Tel Aviv y Jerusalén tras estas oleadas de misiles, con daños en edificios y zonas residenciales, aunque no se han confirmado víctimas en todos los casos. Las autoridades israelíes han instado a la población a refugiarse en sitios seguros y a seguir las directrices del Comando del Frente Interno.
Este intercambio bélico marca una escalada significativa en la rivalidad entre Irán e Israel, con ambos países realizando ataques y contraataques casi simultáneos, y con preocupaciones sobre la prolongación del conflicto y sus consecuencias para la población civil.
